El mejor regalo de navidad

Entreabría los ojos, los cerraba, los volvía a abrir, así estuve unos minutos hasta que me dí cuenta donde me encontraba, pregunté a una enfermera que tal había ido todo y me dijo: – ¡Pues como va ir! estupendamente te han quitado 15 miomas! – y yo medio dormida, medio despierta no fui muy consciente de lo que eso significaba hasta varias horas después.

Mas tarde me subieron a la habitación y fué cuando pude ver a mi madre, mi hermano y Picoso mirándome y riéndose a carcajadas, ya sabéis que los anestesiados despertándose, son una comedia. En ese momento fui consciente de que ¡¡¡todo había salido bien!!! ¡¡¡que emoción!!! estaba perfectamente, estaba viva!!!, viva y entera, mi útero seguía allí, dolorido pero conmigo, viendo a mi gente reír con las cosas sinsentido que decía.

Al día siguiente de la operación me incorporé y dos enfermeras tuvieron que ayudarme a levantar….madre mía!! que mareo, que ganas tenía de vomitar!!!  pensé que se había acabado mi felicidad… si toda la recuperación era así…puff, pero parece ser que esto sucede por una medicación para el dolor, ¿el nombre? ni idea, solo sé que dolor no tienes, pero nauseas y un mareo insoportable que te impide levantarte sí, ( no se que es peor), así que una enfermera decidió quitarme la medicación y santo remedio, feliz otra vez.

Estuve 4 días en el hospital, riéndome sin poderme reír, no fuese que se me saltaran las 12 grapas y me dieran en un ojo, haciendo una maravillosa dieta forzada, que me dejó el peso ideal sin esfuerzo alguno,  mi tripa amoratada y  un movimiento sexy al andar. Sí, de esos tipo abuelita encorbada. Pero lo más importante, con un super regalo de navidad:   un útero nuevo con ganas de cicatrizar muy bien para poder albergar, en un futuro, un lindo bebe en él.